De nuestro equipo editorial
Nápoles es ruidosa y salvaje. Una ciudad que nunca ha sido tranquila, y precisamente por eso todo el mundo se siente de repente fascinado por ella. Lo que antes era caos ahora es carácter.
Se esperan más de 20 millones de visitantes en 2025, ¡un aumento de más del 15%! Además de los nuevos cruceros que Nápoles y las nuevas conexiones aéreas que llegan aquí, la energía especial de esta ciudad atrae cada vez a más gente. Nada en Nápoles transcurre con fluidez. Las conversaciones, el tráfico, los olores, las voces... todo sucede al mismo tiempo. Esta energía puede resultar abrumadora, pero es precisamente lo que atrae a la gente. 7 razones por las que merece la pena visitar Nápoles.
Cinco cosas que los italianos hacen de forma diferente cuando comen fuera
De viaje por Nápoles
1. una ciudad antigua que vive
El Centro Histórico es el corazón de Nápoles. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1995, está lejos de ser un museo. Los comerciantes anuncian ruidosamente sus mercancías, los patinetes se agolpan en las estrechas callejuelas, las iglesias barrocas están pared con pared con los talleres. Aquí, la historia y el presente son la misma cosa. A diferencia de ciudades como Venecia, (la mayoría) de los pisos del centro histórico siguen habitados por lugareños.
Metro de Nápoles: el ferrocarril subterráneo más espectacular del mundo
2. la alimentación como forma de vida
Nápoles se considera el centro culinario no oficial de Italia. Aquí se originó la pizza, que se convirtió en un éxito mundial. Pero el espectro es mucho más amplio: en Nápoles, prácticamente todo el mundo es culinariamente feliz, especialmente los aficionados al pescado y otras especialidades marineras. La comida callejera ya era una tradición aquí cuando se convirtió en tendencia en otras ciudades: desde la pizza fritta, pizza frita, hasta el „cuoppo di mare“, una mezcla de mariscos fritos como calamares, gambas, anchoas y calabacines. Para los golosos, hay delicias como las sfogliatelle dulces (pequeños croissants de hojaldre muy crujientes, a menudo rellenos) o los babà (pasteles de levadura empapados en ron), tartaletas de todas las variedades.
Nápoles: Por qué te encantará esta ciudad (¡a pesar de todo!)
3. historia subterránea
Bajo la ciudad yace una extensa red de túneles, cisternas y refugios antiaéreos. La Sotterranea de Nápoles muestra las capas de la historia de la ciudad, desde los acueductos romanos hasta las huellas de la Segunda Guerra Mundial. Los que descienden aquí ven Nápoles de nuevo desde abajo. Hay recorridos con distintos niveles de dificultad: También hay recorridos en los que sólo puedes atravesar los canales a gatas.
El Castillo del Ovo, junto al mar, y el Castillo de Sant'Elmo, sobre la ciudad, son algunos de los lugares más sorprendentes de Nápoles. Desde sus murallas puedes contemplar siglos de comercio y poder, y una ciudad que nunca se detiene.
El Museo Arqueológico Nacional es uno de los más importantes de Europa, pero el arte está por todas partes. En el Metro dell'Arte, las estaciones de metro están diseñadas como galerías, las paredes de las casas se convierten en lienzos. El arte forma parte del paisaje urbano, no de su decoración.
A qué sabe Italia en otoño: platos de pasta para las noches frías
4. el fútbol en estado puro
En Nápoles, el fútbol no es una actividad de ocio, sino emoción en estado puro. El SSC Nápoles forma parte de la identidad de la ciudad, es un equipo querido, venerado y a veces adorado. Desde los títulos con Diego Maradona en 1987 y 1990 y los campeonatos más recientes en 2022/23 y 2024/25, el club ha sido tanto una leyenda como una fuente de orgullo. Cualquiera que pasee por los Quartieri Spagnoli puede ver lo que significa realmente „emozioni grandi“: altares de Maradona en cada esquina, murales, velas, camisetas, declaraciones de amor en azul celeste en cada casa. Incluso las farolas llevan los colores del club. Nápoles no vive el fútbol de lado, aquí se respira, se reza y se celebra. Y eso atrae a aficionados al fútbol de todo el mundo.
5. la espectacular naturaleza
El volcán está siempre presente: geológicamente activo, estrechamente vigilado, símbolo y amenaza al mismo tiempo. La última erupción fue en 1944. La vista desde el cráter se extiende sobre la ciudad y el Golfo, una perspectiva que explica lo estrechamente vinculados que están aquí la belleza y el riesgo. Pompeya y Herculano están a sólo media hora. Sus excavaciones muestran la vida en la antigüedad con detalles poco comunes: frescos, graffiti, pan en el horno. Historia que permanece visible.
El sabor de Nápoles
Aprender italiano: 10 canciones que endulzarán tus conocimientos lingüísticos
6. la música como lenguaje
Nápoles es una ciudad que suena. Músicos callejeros, canzoni clásicos, rap en dialecto... todo codo con codo. De Pino Daniele a Liberato, la música sigue siendo aquí la expresión de una ciudad que se reinventa constantemente, y lo hace con pasión. Una de las canciones más famosas de Italia también fue escrita por un napolitano: Cuando Eduardo di Capua viajaba por Ucrania con una orquesta estatal en 1898 y descubrió el sol tras una noche fría, compuso „O sole mio“ llena de añoranza.
7. tráfico excepcional
Nápoles no es una ciudad para pusilánimes. El tráfico es un espectáculo en sí mismo, a menudo se ignoran los semáforos y cualquiera que viaje a pie necesita una buena dosis de confianza en sí mismo. Pero hay un método para el caos, y los que se involucran pronto se dan cuenta: Nápoles vive según sus propias reglas, así que si diez scooters vienen hacia ti en una calle de sentido único, no hay por qué alarmarse: Todos te pasarán en el momento justo.
En el pasado, Nápoles se utilizaba principalmente como punto de partida para excursiones a Capri, Ischia y Amalfi, pero hace tiempo que se ha convertido en un destino por derecho propio.
¿Destino favorito de la Toscana? Estas cinco regiones se están poniendo al día

















